De cueva a cueva

El concierto de Acousters en Girona fue bastante bien, con música agradable en plan acústico, como su nombre ya indica.

Otra cosa era el local... Creo que en las cuevas del neolítico entraba más luz que en este bar. Mientras para el público se ha conseguido una iluminación cálida e íntima, para fotógrafos era como una tortura, pero sin el como :-)

Gracias a los avances en las cámaras modernas, es posible de subir la sensibilidad del sensor a valores astronómicos de hasta 6400 ISO, con mi D90. Pero incluso con mi objetivo más luminoso, con apertura de f/1.8, era prácticmente imposible conseguir una velocidad bastante rápida (alrededor de 1/125) para congelar los movimientos de los músicos.

La cosa era aún más complicado por el hecho de que había más iluminación en los cuadros de la pared, y en los ceniceros que en los músicos, como puedes apreciar en la siguiente foto...



Flash to the rescue!

En estas condiciones era imposible captar el ambiente, pues mi filosofía era "matar el ambiente y crear otro". Por lo menos si quería salvar mi pellejo y llevar alguna foto a casa...

A por el flash pues, naturalmente fuera de la cámara. Como el local no era muy grande, podía dejar el aparato en un sitio cerca del "escenario", y dispararlo a través del flash incorporado en la cámara con el sistema CLS de Nikon. Esta vez dejaba el flash de la cámara contribuir a la exposición, como relleno, con un ajuste de -2 EV.

El flash estaba sin filtro. De esta manera era posible crear un contraste entre la luz más fría del flash y la luz más cálida del ambiente, simplemente jugando con el balance de blancos, y el balance flash-ambiente. Como si hubieran focos de teatro con varios colores, compartiendo los mandos con los de la cámara.


Cuando ya tenía las tomas necesarias "en el bote", me sobraba un ratito para poder experimentar. Probé unas técnicas de combinar exposiciones largas, de 1/8 o 1/15 segundos, con el flash para "quemar" una parte de la imagen nítida, y el uso del zoom durante la exposición.

Digamos que los resultados fueron "altamente interesantes", al menos para mí :-)

¡Fácil!

Familia Feliz

La ventaja más grande de disponer de un equipo basado en portabilidad, es sin duda que puedo montar mi "estudio" donde quiera. Suelo decir: "el mundo es mi estudio", o "tengo el estudio más grande del mundo".

A esta familia (o a quien manda allí :-) les gustaba una foto en plena naturaleza, con la puesta de sol detrás. Fácil, pensaba yo.

Había preparado la iluminación (un paraguas a la derecha de la cámara, flash desnudo a la izquierda, y el balanceado habitual con el ambiente). Después de unas tomas de prueba los sujetos podían ponerse en el lugar marcado. Pero, después de dos disparos, ni más ni menos, el pequeñito de la familia decidió ir a investigar el terreno, y esto era lo última que quería saber de la cámara...

Moraleja: conozca tu equipo, y trabaja rápido. Aprendida la lección.


Mientras que el niño ya estaba lejos del alcance de mis flashes, y pasado el alcance de los teleobjetivos más potentes, con su madre en plan caza detrás de él, aproveché para hacer unas tomas al padre y al hermano del fugitivo. El setup para estas tomas es casi igual, pero tiramos en dirección contraria al sol, que mientras ya estaba puesto.

El trabajo, lo hicieron ellos. Yo estaba relajado, tirando cómodamente desde el suelo para poder incluir un poquito del cielo precioso que la madre naturaleza nos proporcionaba.

¡Fácil!